el propósito es hablar menos y hacer más.

Leyendo a Max Lenderman veo que, incluso en estos momentos en los que los consumidores reclaman más hechos y menos palabras, las marcas siguen demasiado asustadas como para levantar la voz. Es un poco triste ver la escasa originalidad de sus campañas durante esta pandemia:

Si en entradas anteriores hablábamos de la importancia de marcar el propósito de tu marca y ser auténtico en su gestión, de no caer en el error de ser oportunista e intentar aprovechar cualquier causa como atajo (como en el ejemplo de Pepsi y su campaña con Kendall Jenner), en momentos como el de la pandemia por la que estamos pasando se ven aun más las vergüenzas de muchas marcas con poco propósito y mucho oportunismo.

Y es que si quieres marcar realmente la diferencia, debes de trabajar desde la base y no intentar convertir tu rsc en un argumento de venta. Si hay un buen ejemplo de como cagarla durante una crisis y convertir tu aportación en una pose, esa es la de Frito Lay y su manifiesto anti-publicidad… it´s about people:

curioso que afees a los demás lo que tu mismo estás haciendo.

¿veis similitudes con campañas aquí, en España? quizá no tan marcadas pero, creedme, se avecinan tiempos revueltos y muchos no tendrán la paciencia para recoger los frutos de una estrategia centrada en un propósito e intentarán chillar para hacerse oír.

purpose-driven marketing bits

No tienes porqué saberlo pero metamike se inició como un block de notas sobre casos de marketing experiencia que me resultaban interesantes, sobre todo en un momento en el que el marketing de guerrilla, el ambient y el ambush marketing nos ofrecían auténticas maravillas. Pero hace unos años se fue perdiendo el brillo, las agencias hacían «acciones de guerrilla» a demanda del cliente copiando, la mayoría de las veces, proyectos ya realizados por agencias pioneras. Y así llegamos a un punto en el que me costaba horrores encontrar casos destacables, y además era frustrante convivir con tantísima basura experiencial… lejos de inspirarme, terminaba por convertirse en una fea obligación mantener este blog.

Pero el paso del tiempo y el confinamiento me ha llevado a probar un giro similar al del inicio de este espacio: dar cabida a una corriente del marketing que, aun, pasa desapercibida para la gran mayoría: el marketing con propósito.

Así, el metablog se convierte en sad koala, que fue el nombre en clave que he estado barajando durante estos últimos meses para agrupar material interesante y, quien sabe, un posible proyecto profesional de futuro.

Y es que tras dirigir durante años GMR Marketing en España y tras su desaparición del mercado europeo (su core business es consultoría de patrocinios y activación, algo por lo que en España aun no se paga) fundé junto a mi socia Carmen (ex-CEO de GMR) Licüid Lab, una agencia de marketing experiencia y eventos de alto valor que funciona de maravilla y que ya va pidiendo proyectos paralelos para crecer…

Y hasta aquí el update de este espacio y de mis razones para reactivarlo. Os agradezco aguantarme la chapa y a partir de ahora, como es habitual, hablaré poco o nada de mi y mucho o demasiado de marketing experiencial y purpose-driven marketing.