La vedad es que uno de los mayores avances tecnológicos que este año van a dominar muchas de las conversaciones es el VR. Inicialmente tratado como una manera de acceder a otros mundos y experiencias de manera inversiva y sin moverte del sitio, sus aplicaciones se van perfilando cada día como nuevas vías a explorar. Y si el futuro del outdoor, como medio estático, estaba en duda, el VR viene para redimensionarlo y ampliar sus posibilidades a través de su óptica.

Y es que, además, como en el ejemplo podemos plantear espacios de comunicación multimarca, con contenidos adaptados a diferentes targets y que permita a varios usuarios interactuar con diferentes contenidos de diferentes marcas en el mismo espacio. Con tan solo un dispositivo VR abrimos a los espectadores la posibilidad de escoger entre una gran variedad de contenidos de marca y de experiencias diferentes:

En este caso se ve que se ha cuidado poco o nada la ejecución usando mas la demo del servicio que el impacto visual pero, como todo, evolucionará y podremos ver combinaciones creativas y ejecuciones brillantes… sin duda.
Mucho queda por explorar en este sentido, ya sea por la incorporación de los propios dispositivos de los usuarios o por la descarga de contenidos por parte de aquellos interesados. Y es que los smartphones mas comunes combinados con gafas adaptadas nos permiten recrear esas experiencias cuantas veces queramos usando nuestros dispositivos. Algo muy buscado por la escasez de contenidos de calidad disponibles en la red.
Además el futuro no pinta mal, iniciativas como la de oculus nos bosquejan un panorama en el que las marcas han de invertir y dejar de pensar en 2D si quieren liderar el futuro de los contenidos y el marketing del futuro.
Me lo mostró Iván.